lunes, 25 de agosto de 2008

EL CRISTIANO EVANGELICO ES JUSTICIA DE DIOS


JUSTICIA: Rectitud de conducta que se ajusta a las condiciones de una relación determinada. Así, la justicia de Dios manifiesta su fidelidad consecuente consigo mismo y con su pacto.
(Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.)

Jesucristo enseña en el sermón del monte (San Mateo 5:3):

3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

Ser pobre en espíritu significa: reconocer delante de Dios la condición de pecado, cual quiera que sea, un ejemplo claro en la Biblia es la oración de Nehemías cuando los muros de Jerusalén fueron destruidos (Nehemías 1:4-11):

4 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.
5 Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos;
6 esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
7 En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.
8 Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos;
9 pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
10 Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa.
11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.

Nehemías reconoce delante de Dios que el pueblo ha fallado y se incluye como coparticipe del pecado para hallar el perdón y la misericordia de Dios. La justicia de Dios se manifiesta cuando Nehemías le hace referencia al pacto que ha hecho con Moisés. Según Deuteronomio 32:4, Dios es justo y recto; todos sus caminos son rectitud, y no hay iniquidad en Él.

4 El es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud;
Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él;
Es justo y recto.


Dios es justo y recto y es un Dios de pactos, que no se olvida de su pacto y lo guarda perpetuamente. En Génesis 9:15 se hace mención al pacto de Dios con Noé:

15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y
vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá
más diluvio de aguas para destruir toda carne.


Los pactos que Dios hace, los hace por la justicia, no obstante la Biblia dice respecto al pacto de Dios con Abram (Génesis 15:5-6):

5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y
cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así
será tu descendencia.
6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.


En Génesis 15:18 y Génesis 17:7, Dios hace pacto con Abram y no solamente con Abram, sino con él y toda su descendencia…

18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram,
diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el
río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;
===
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu
descendencia después de ti en sus generaciones, por
pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu
descendencia después de ti.

He aquí el significado de los nombres: Abram (mi padre es exaltado), nombre con que primero se conoce a Abraham (padre de multitudes).

En Éxodo 2:23, cuando el pueblo de los hijos Israel (Nombre que Dios dio a Jacob, hijo de Isaac, Hijo de Abraham) estaba en Egipto y fueron sometido a esclavitud, Dios se acordó de su pacto:

23 Aconteció que después de muchos días murió el rey
de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la
servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de
ellos con motivo de su servidumbre.
24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su
pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

Luego que hubo sacado Dios con mano poderosa al pueblo de la esclavitud de la cual era objeto en Egipto y estando Moisés con el pueblo en el desierto, se reafirma el pacto que Dios había hecho a Abraham, Isaac y Jacob (Éxodo 24: 7, 12):

7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo,
el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha
dicho, y obedeceremos.
(…)
12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte,
y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y
mandamientos que he escrito para enseñarles.


El corazón del hombre por naturaleza es engañoso y perverso… no guarda la rectitud en su conducta, mas Dios es justo y recto y cumple sus promesas (Deuteronomio 9:6-7):

6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu
Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo
duro de cerviz eres tú.
7 Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de
Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de
la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar,
habéis sido rebeldes a Jehová.


Estando cerca de conquistar la tierra prometida, Dios habla al pueblo (Deuteronomio 16:20):

20 La justicia, la justicia seguirás,
para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.


Después de los procesos que Dios hizo con el pueblo en el desierto jornada a jornada para enseñarles, el pacto finalmente se cumple (Deuteronomio 34: 4-6):

4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a
Abraham, a Isaac y a Jacob,
diciendo: A tu
descendencia la daré. Te he permitido verla con tus
ojos, mas no pasarás allá.
5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de
Moab, conforme al dicho de Jehová.
6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente
de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura
hasta hoy.


Dios no bendice al pecador, porque Dios paga a cada uno su justicia (2 Samuel 22:21-22):


21 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
22 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.

Estas palabras salían del corazón del rey David cuando su ejército obtuvo una gran victoria sobre sus enemigos.

El Rey Salomón reconoce que todo lo que ha heredado es el resultado de lo que su padre David sembró:

6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo;
y tú le has reservado esta tu gran misericordia,en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.


A manera de conclusión:

Jesús enseña en San Mateo 5:6:

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Esta justicia es una relación personal con Dios e implica fidelidad y está íntimamente relacionado con el "reino de Dios" y su "justicia". Esta justicia nace de una nueva forma de vivir por la fe en Cristo, esta "vida cristiana" se constituye "verdadera justicia".

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