Dios exige del cristiano verdadero el conocimiento de la Palabra, a fin de que el modelo de hombre perfecto - aquel que siendo en forma de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros - Jesucristo, se haga imágen en cada hombre y mujer de la tierra, esta imágen se perdió a través del pecado de Adán y Eva, pues fueron destituidos de la gloria de Dios por su desobendiencia; sin embargo Dios escogió hombres que le creyeron e hicieron su voluntad perfecta, tales como: Noé y Abraham, este último llamado padre de la fé, por lo cual Dios le dijo a Abraham: "en tu simiente serán benditas las naciones de la tierra"... somos herederos de una promesa que estaba destinada solo para los judíos, pues de la simiente de Abraham viene José de Arimatea, de la tribu de Judá (padre putativo de Jesús), María, su esposa, quien fuera escogida por Dios para engendrar en su vientre una semilla o simiente incorruptible (Jesucristo no fue creado, fue engendrado, el ovulo fecundado fue puesto en el vientre de María), esto tiene una sola explicación: el cumplimiento de la promesa que Dios había hecho a Abraham y algo más... a través de la elección de María, Dios redime a la mujer y le da valor. Las mujeres no eran tenidas en cuenta para nada, ni siquiera eran contadas en los censos, por la responsabilidad que le atribuían los religiosos con relación a que "la mujer fue la causante del pecado del hombre".
Por otro lado, Jesucristo no fue recibido como el Mesías por parte de los judíos, con el fin de que se cumpliera lo declarado en el libro del profeta Isaías y en el evangelio de San Juan: "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." (San Juan 1: 11-13).
Si revisamos la Palabra de Dios en los evangelios, se puede apreciar que las mejores aliadas de Jesucristo fueron las mujeres, Él las defendía y tenía de ellas misericordia, por ejemplo: María Magdalena, una mujer pecadora, despreciada, que se postró a los pies del maestro y se los ungió con perfume... Simón el fariseo, quien lo había invitado a su casa, le recriminaba tal actitud de la mujer, más Jesucristo le dice: "Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer?... Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos."
Estas cosas tienen un profundo significado: la unción de la cual se habla es de honra y respeto, la actitud del fariseo es la de un típico religioso, entonces: ¿creemos que somos superiores a otra persona juzgando por su condición o apariencia?... ¿acaso nos fue perdonado poco, para amar poco a Jesucristo y deshonrarlo?
Cristiano significa "seguidor de Cristo"...Jesucristo exige que el cristiano sea PURO, es decir: irreprensible, limpio de mente, limpio de corazón, casto, pristino, inmaculado, inocente, no adulterado, sin estigma, sin malicia, intachable, misericordioso, sin mancha. Lo opuesto... lujurioso, carnal, depravado, inmoral, sensual, impuro. El antivalor...PURITANO, esta conducta acompaña a muchos cristianos en la tierra, ciertamente es una actitud hipócrita que denota los siguientes significados: santurrón, aústero, mojigato, estricto, severo, rígido, farisáico.
El sustento bíblico..."Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;" (Hebreos 3:1); "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios." (Hebreos 12:2); "y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes." (San Lucas 8:2-3); porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, (1 Pedro 1:16-19); "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. (1 Juan 3:5).
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